Presidente Sagasti ofrece acercar más a las FF.AA con la ciudadanía

El presidente Francisco Sagasti, afirmó que para enfrentar las amenazas y para aprovechar las oportunidades que ofrece el nuevo contexto internacional, es fundamental lograr una mayor cercanía, una más fuerte unión entre las Fuerzas Armadas, y el Ejército en particular, y toda la ciudadanía y que esa es la tarea que se compromete a realizar en el poco tiempo que tiene el Gobierno de Transición y de Emergencia que lidera.


“Los acontecimientos y las nuevas amenazas a la seguridad que enfrenta la humanidad nos hacen revisar nuestras concepciones de doctrina de defensa nacional y el papel que juegan los avances tecnológicos, así como el nuevo contexto global de la pandemia, el cambio climático, las desigualdades globales, la polarización política y los impulsos autoritarios que tenemos que rechazar”, señaló durante su discurso por el 196 aniversario de la Batalla de Ayacucho y Día del Ejército.


Asimismo, subrayó que el Ejército peruano está embarcado en un proceso de renovación, no solo de ideas y de conceptos, sino también en su gestión, en su manera de organizarse en su vida operativa. 
Al referir que “hoy recordamos 196 años desde que tuvo lugar la batalla de Ayacucho”, el mandatario resaltó que esta fecha marca un hito trascendental en la historia del Perú y de América. 


“Significa la culminación de un sueño en esta parte del continente. La victoria alcanzada en las pampas de Ayacucho dio la libertad no solo al Perú, sino que consagró la libertad del yugo español de toda América del Sur”, remarcó.
Anotó que lo que sucedió en la pampa de la Quinua fue parte de un arduo proceso, cuyo primer hito ocurrió en Huaura en 1820 cuando José de San Martin declaró la independencia del Perú. 


“Luego, el 15 de julio de 1821, se convocó a los vecinos a un cabildo abierto y se aprobó el acta de independencia en Lima. Ese mismo año se oficializó la creación del Ejército del Perú”, detalló, añadiendo que un año después se elaboraron las bases de la primera constitución peruana, que fue promulgada en 1823.


“Recién en 1824 se libró la última batalla del proceso independista, evento que celebramos hoy y que permanecerá en nuestra memoria por siempre”, indicó para precisar que bajo la dirección del mariscal José Antonio de Sucre, la gesta de la pampa de la Quinua fue el punto culminante de la campaña militar concebida por José de San Martín y culminada por Simón Bolívar. 


“Pero recordemos que esto no hubiera sido posible sin la decidida participación de muchos peruanos y peruanas, próceres de la independencia, que prepararon el terreno para liberarnos del yugo español durante varias décadas de esfuerzo patriótico. Ayacucho fue el bautizo de fuego que recibieron las primeras fuerzas nacionales organizadas para enfrentar al enemigo”, enfatizó. 
El jefe del Estado apuntó que “sobre los cimientos de esta victoria y con la gloria de Ayacucho emerge el triunfante destino del Ejército del Perú, que pronto se convertiría en una de las instituciones fundamentales de nuestra patria”.


El presidente Sagasti destacó que el Ejército no solo es protagonista de hechos victoriosos de armas, sino también de acciones que le han permitido integrarse más con la sociedad y señaló, al respecto, que “articula sus acciones con la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, con los gobiernos locales y regionales, y con las instituciones y otros organismos estatales, actuando  siempre en forma conjunta con el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil”. 


“Realiza trabajos de apoyo para el desarrollo nacional, acciones cívicas humanitarias. Es clave en la gestión de riesgos de los eventos naturales que se convierten en desastre por la inacción o por la obra de los seres humanos, y, además de eso, continúa aceptando nuevos desafíos”, anotó. 


En esa línea, resaltó que durante los diez meses de la declaratoria del estado de emergencia nacional por causa de la pandemia, el Ejército estableció estrategias de apoyo a la conducción de actividades  militares de lucha contra la COVID-19 y en apoyo a la Policía Nacional del Perú. 
“Entre otras actividades, participó en el grupo de trabajo multisectorial Te cuido Perú, brindó asistencia a las personas afectadas con el coronavirus y fue parte del equipo de implementación de las operaciones Tayta, que brindan atención a la población más vulnerable. El Ejército ha desplegado, entre la fuerza operativa y otros medios de apoyo, más de 60,000 efectivos a nivel nacional, incluyendo el histórico llamamiento de la reserva orgánica”, destacó. 
Indicó que ha ejecutado, además, acciones cívicas y de apoyo a entidades públicas y privadas, tales como la distribución de alimentos a lo largo y ancho del territorio nacional, pero también ha realizado trabajos de apoyo al Ministerio de Salud y a EsSalud en el traslado de personal de salud, medicinas, equipos médicos, kits de pruebas de COVID y balones de oxígeno.


“Por todo esto, los peruanos y peruanas conscientes de la importancia de nuestras Fuerzas Armadas y del Ejército, saludamos hoy al soldado que está en estos instantes vigilando nuestras fronteras, patrullando nuestro agreste territorio, y en particular a aquellos que se encuentran consolidando la paz en lugares tan difíciles como el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro”, puntualizó.
La ceremonia se realizó en la plaza Mariscal Cáceres del Cuartel General del Ejército, ubicado en el distrito de San Borja, y en ella también estuvieron presentes la presidenta del Congreso de la República, Mirtha Vásquez; la jefa del Gabinete Ministerial, Violeta Bermúdez; la ministra de Defensa, Nuria Esparch; el ministro del Interior, José Elice; y el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de Ejército César Astudillo Salcedo.

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