En las comunidades que rodean el lago más alto del Perú, el Chinchaycocha, a unos 4100 m s.n.m., ocurrió una tormenta que Dallana Espinoza Calle no puede olvidar. Era la última sesión virtual del taller de liderazgo dirigido a los dirigentes de las once comunidades campesinas que rodean el lago, en las regiones de Junín y Pasco; y a pesar de la torrencial lluvia, allí estaban todos conectados.
“Esas ganas de aprender es lo que más me impresionó”, dice la joven de 23 años.
Todo empezó con un curso de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), liderado por la profesora Marta Kuong Haydey. En la Decana de América, Dallana estudia el último ciclo de la carrera de Trabajo Social con la Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación.
La talento y sus compañeras Katherin Carbajal Salas, Carolina Ccaccya Vergara, Gabriela Huanca Huamani y Nathaly Lopez Tafur realizaron el proyecto “Creando saberes: sociedades revaloradas en comunidades de Chinchaycocha”, que consistió en promover líderes que puedan ser agentes de cambio, involucrando a hombres y mujeres de las comunidades de Ninacaca, Carhuamayo, Vicco, Óndores, Cochamarca, Coñoc, Huayre, Chuyro, Matacancha, Villa de Junín y San Pedro de Pari.
“Brindamos dos talleres. Uno de habilidades blandas donde se les reforzó el trabajo en equipo, escucha activa, creatividad, pensamiento crítico y una buena comunicación y organización; y las habilidades duras, con diversas herramientas como el design thinking o canva, para que de esa forma puedan identificar las diversas problemáticas que los aquejan y puedan ser propositivos al generar proyectos para enfrentarlas”, indica Dallana.
Por la pandemia las sesiones se realizaron de forma virtual y participaron no solo los dirigentes comunales, sino también jóvenes locales y funcionarios del Gobierno Regional de Pasco. “Ha sido uno de los hitos más importantes. Todo este trabajo con San Marcos nos ha fortalecido en nuestras capacidades humanas, a que los líderes ya no seamos sumisos, que conozcamos nuestros derechos y que así hagamos valer nuestros recursos hídricos”, explica Nerida Panez Baldeón, fiscal de Cochamarca, una de las comunidades beneficiarias.
La autoridad destaca además otro impacto. En las últimas elecciones de representantes, el 50 % o más son mujeres. Antes, estos cargos eran ocupados en su mayoría solo por hombres.
“Por ejemplo, en el caso del Comité de Vigilancia Ambiental Comunal del Lago Chinchaycocha, que está conformado por 23 personas, ahora 15 son mujeres, cuando antes eran solo unas 5. Esto, gracias a la sensibilización en la formación de los grupos de trabajo”, relata Panez Baldeón.
“Este trabajo implica la proyección social universitaria en un modelo que articula al Gobierno Regional de Pasco, a la población y a los estudiantes sanmarquinos”, enfatiza Marta Kuong Haydey, docente del Departamento Académico de Trabajo Social de la UNMSM. Así, resalta la sostenibilidad que poseen los conocimientos y experiencias compartidas en las comunidades.
El Lago de los Reyes
Dallana, a poco de terminar su carrera y con la experiencia del trabajo en campo, señala que una característica principal de las trabajadoras sociales es la empatía, es decir, una trabajadora social con emoción social. “Para mí es tener un corazón muy grande, involucrarse en el trabajo y saber escuchar. En este proyecto de Chinchaycocha yo también aprendí”, puntualiza la joven becaria.
La futura profesional señala que no sabía de la existencia del Lago Chinchaycocha, también llamado Lago Junín o Lago de Los Reyes, reconocido además como un humedal de importancia internacional. “He conocido la problemática ambiental que enfrentan los dirigentes comunales. Y he aprendido de ellas y ellos, también, que todo lo que hacen es en beneficio de la comunidad y esa es una característica del líder, que busca el bien común”, asegura Dallana.