Un verdadero viacrucis se le viene al pastor evangélico Oswaldo Alva Polo, líder de la iglesia Lazos de Amor, cuyo infame negocio de la minería ilegal en las faldas del cerro El Toro (Huamachuco) está bajo la lupa de las autoridades, al igual que su gran fortuna.
Y es que, el hombre religioso considerado de ser uno de los más grandes mineros ilegales que ha operado durante años en esta zona ha recibido dos resoluciones judiciales que podrían frenar sus actividades extractivas irregulares en esta parte de la provincia de Sánchez Carrión.
En una resolución se dispone el embargo de 250 mil soles sobre 8 propiedades y 2 empresas que le pertenecen. La medida fue emitida, esta semana, por el Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de Huamachuco que resolvió declarar fundada la solicitud de medida cautelar de embargo, en forma de inscripción, sobre Oswaldo Alva Polo, debido a la investigación por homicidio culposo que se le sigue tras la muerte de ocho mineros al interior de un socavón en el cerro El Toro en el 2019.
La medida fue solicitada por Martina Rodríguez Cruz, familiar de una de las víctimas que pereció asfixiada junto a sus compañeros al inhalar gases tóxicos. De esta forma, se asegura la posibilidad de ejecutar los bienes ante un posible fallo que declare fundada la reparación civil para los deudos.
En este caso, Alva Polo es sindicado de ser socio del dueño del terreno donde ocurrió la tragedia y se le responsabiliza por la muerte de cuatro de las víctimas.
El hombre de fe no solo lidera su iglesia, también tiene empresas y una serie de propiedades que ha logrado amasar producto de su rentable negocio de extracción de minerales, al parecer, de forma ilegal. Entre ellas figura como gerente general en las empresas Consorcio Educativo Gamaliel S.A.C que integra al colegio educativo Eiffel Schools en Trujillo.
Segundo golpe
Asimismo, La Gerencia Regional de Energía, Minas e Hidrocarburos ratificó la paralización inmediata de las labores mineras de Alva Polo hasta que concluya el procedimiento sancionador dispuesto en su contra por presuntamente haber incurrido en una serie de infracciones a las normas ambientales, de seguridad y salud ocupacional.
Y es que el ente regional declaró infundado el recurso de reconsideración presentado por el pastor contra esta medida que lo obliga a cerrar su planta de procesamiento de minerales.
Además, dispuso notificar de inmediato a la Policía Nacional, a la Fiscalía Titular Provincial y a la Fiscalía Especializada en Medio Ambiente de La Libertad para que tomen cartas en el asunto. En otras palabras, Oswaldo Alva Polo ya no puede operar ilegalmente en Huamachuco. Su apelación fue rechazada y las autoridades irían sobre los negocios que tiene en Trujillo.
Estrategia
Los pobladores del caserío de Shiracmaca advirtieron que, Alva Polo no estaría dispuesto a acatar los mandatos judiciales y sigue con sus planes de ser nombrado agente municipal de Shiracmaca para seguir haciendo de las suyas y utilizando a la gente y a sus feligreses.
Su estrategia apunta a generar desorden junto a otros sujetos identificados con la minería ilegal como Jorge Espejo Moreno, quien también exige ser aceptado como rondero; Delmer Alva, su sobrino; y Amed Sánchez, conocido como “Chasqui Bravo”.
“Promueve marchas y protestas en plena pandemia junto a los miembros de su iglesia y trabajadores de las labores ilegales con el único objetivo de presionar a la Municipalidad de Sánchez Carrión lo reconozca como agente municipal. Además, la Policía Nacional establecida en Huamachuco no se acerca a los caseríos y generalmente se demora para hacer cumplir la ley”, alertó un poblador.
Ante esta situación, los pobladores exigieron a la Policía Nacional de Huamachuco actuar de inmediato para hacer cumplir esta disposición de cierre. Pero lo más probable es que no se ocupen del asunto como ha ocurrido durante los últimos meses. Si bien el consejero regional Greco Quiroz exigió el cambio total de personal policial en la mencionada ciudad, la solicitud no ha sido atendida. Siguen los mismos rostros, la misma lentitud y el repentino olvido.