En recorrido para verificar posibles fuentes de contaminación del río Chicama, trabajadores de la Gerencia Regional de Energía, Minas e Hidrocarburos fueron intervenidos por personas con armas -al parecer contratados por mineros ilegales- impidiéndoles continuar con su labor, por lo que el operativo se truncó por falta de garantías.
Esto ocurrió entre Lucma y Compín, donde la minería ilegal y sembríos ilegales de coca preocupan. El recorrido fue a lo largo del cauce del río, entre los puentes Careaga y Sayapullo; y se tomaron muestras de agua enviadas después a Sedalib para su evaluación.
El gerente regional del sector, Raúl Araya Neyra, al ver en videos que el agua del río Chicama estaba turbia, coordinó con el comisario de Callancas, del distrito de Charat (Otuzco), que le envió videos de los ríos Huaranchalino y Chicama, observando que las aguas bajaban turbias, supuestamente producto de la extracción de carbón mineral.