Julio empezó con paro y al parecer ello trajo consigo un beneficio para el medio ambiente, pues, según estadísticas del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (SEGAT), ello trajo consigo menos ruidos molestos en diversas avenidas de la ciudad.
Se calcula que la cifra oscile entre un 5% a un 6%, debido a la ausencia de gran parte del transporte público, a comparación de los porcentajes de entre un 10% y hasta 18% registrados durante la primera ola de la pandemia por la COVID – 19, cuando la ciudad estaba casi paralizada.
Según el Gerente de Gestión Ambiental del SEGAT, Edgar Herrera, actualmente la entidad ambiental se encuentra en la búsqueda de un nuevo sonómetro de última generación para potenciar el control de ruidos molestos en la ciudad, sobre todo para atender las quejas de los vecinos debido a la imprudencia de locales nocturnos.
Además, aprovechó en recomendar a los transportistas y malos vecinos a no arrojar residuos sólidos en la vía pública, ya que existe la ordenanza municipal 017-2021 MPT, que sanciona con la retención vehicular dicha inconducta, además de una sanción pecuniaria del 25% de 1 UIT, es decir S/ 1150.